Víctima o Protagonista?

Víctima o Protagonista?

Por Silvina Halkett

Identificas estas actitudes en tu vida?

Frente a un mismo problema podemos tomar dos posturas diferentes, la primera centrarnos en lo que NO podemos modificar de la situación, mientras que la segunda consiste en poner el foco en lo que SÍ se puede cambiar.


En el primer tipo de aproximación la persona se ve a sí misma como alguien que sufre las consecuencias de circunstancias externas, las cuales no puede influir. Esta postura es un arma de doble filo. Por un lado, la persona se quita el peso de ser responsable del problema, y esto lo tranquiliza… Pero, por el otro, al no verse como parte del problema, queda automáticamente fuera de la solución… Uy! y esto sí es un problema. Porque queda desempoderada la persona, incapaz de hacer nada para salir de esa situación.

Podríamos decir que lo que pasa afuera lo domina. Con una gran tendencia a no reconocer su contribución ante los problemas, más bien tiende a señalar culpas hacia otros o hacia las situaciones externas y se da explicaciones tranquilizadoras que le permiten mantener la ilusión de inocencia cuando enfrenta la realidad del fracaso.

Existen algunas conductas típicas que podemos observar para darnos cuenta cuando estamos actuando como víctima, estas son: la culpa, la queja, la justificación, la sobre reactividad emocional, etc.


En el segundo tipo de aproximación, la persona aprende a colocar el foco sobre los factores que puede influir de la situación. De este modo, se ve a sí mismo como alguien que puede responder a las circunstancias externas y con esta práctica se empodera progresivamente y ejercita su capacidad y habilidad para responder. Así que la responsabilidad es una condición clave del protagonista. Para un protagonista el desafío es parte del camino y no como un mal que le quita posibilidades.

No quiero que estigmaticemos a la víctima. No nos olvidemos que víctima y protagonista son parte de una polaridad. Y que todos en algún momento pasamos por este papel… porque todos, en algún ambiente, dentro de algún sistema, somos un poco víctimas.


Sólo que a medida que maduramos y nos AUTOCONOCEMOS, somos más conscientes y aprendemos a darnos cuenta más rápido y salir. Y este camino de maduración tiene sus dificultades y su precio, pero es sumamente rico de transitar. Ya que atravesarlo nos permitirá ser más libres y conscientes en todas nuestras expresiones y vínculos.

Te animás a emprender este camino?…

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compras