A continuación les presento un ejercicio clásico para practicar mindful eating.
Se trata del ejercicio de la pasa de uva (o cualquier pequeño bocado de comida). Siempre recomiendo que sea un alimento natural: una fruta o fruto seco, por ejemplo.
Vamos a vivir una experiencia de atención plena, pero esta vez lo haremos en un momento especial del día: en el momento de alimentarnos. De esta manera, un acto tan cotidiano, como comer, se transformará en algo completamente nuevo, y contribuirá a tu estado de presencia.
Vamos a comenzar por sostener la fruta en la mano. Y cerrar los ojos.
Respiraremos profundamente, varias veces…
Luego, exploraremos su textura (áspera o suave), su peso (ligera o pesada) y su temperatura (fría o caliente).
Nos meteremos más adentro en la experiencia, y buscaremos detalles más sutiles… qué hay de particular en esa textura? la temperatura es homogénea o hay alguna partecita que tenga una temperatura diferente?…
A continuación, llevaremos la fruta cerca de la nariz y lo oleremos, notando cualquier anticipación de sabor.
Lo haremos por segunda vez, busca nuevos aromas, más sutiles.
Seguidamente, la pondremos en la boca, pero sin morderla. Simplemente, buscaremos sentir su textura con la lengua y prestaremos atención a cualquier cambio.
Y finalmente, luego de haber realizado toda esta experiencia, la comenzaremos a morder lenta, muy lentamente, explorando cómo se libera el sabor y cómo cambia tu experiencia a medida que comes con conciencia plena.